Afortunadamente, al igual que hay diferentes tipos de contaminantes de los que debe protegerse y diferentes clases de calidad del aire que tiene que cumplir, también hay diferentes filtros que le ayudan a realizar el trabajo.
Muchos de ellos están diseñados específicamente para tratar con un tipo de contaminante, por ejemplo, mediante el uso de un medio filtrante específico o para su uso en determinadas situaciones, como los entornos de alta presión.
Para comprender mejor cómo funcionan estos filtros, veamos primero los cuatro medios de filtrado principales y sus diferentes ventajas.
Medios envueltos para partículas húmedas
Los medios envueltos son conocidos por su durabilidad en entornos húmedos y contaminados con aceite. Por ejemplo, la tecnología patentada Nautilus de Atlas Copco combina varias capas envueltas. Esto permite que el filtro ofrezca constantemente la mejor calidad del aire con la menor caída de presión posible, incluso en las condiciones de trabajo más difíciles.
Medios filtrantes plegados para partículas sólidas
El plegado es la tecnología óptima para capturar partículas secas en el aire comprimido. Los materiales plegados tienen una superficie ampliada y, por lo tanto, garantizan una mayor vida útil del filtro y una menor caída de presión.
Carbón activado macroestructurado
El carbón activado macroestructurado tiene una superficie más grande que el medio filtrante de carbón típico, lo que le proporciona una capacidad de adsorción superior y un rendimiento constante durante más tiempo.
Ciclón para agua
El uso de fuerzas centrífugas garantiza una separación adecuada de gotas de agua líquida en el flujo de aire.
Tenga en cuenta que algunos de sus equipos de aire comprimido pueden ya tener filtros instalados, por ejemplo, el filtro de entrada del compresor. De este modo, se asegurará de que ya dispone de un nivel mínimo de protección. Sin embargo, para cumplir unas normas más estrictas de calidad del aire, también tendrá que instalar filtros independientes en cualquier otro lugar del sistema.